La increíble recuperación de Félix ha dejado a todos los expertos sorprendidos, ya que se esperaba que apenas pudiera mover los brazos después de un año. No obstante, su determinación y los avances científicos le han permitido recuperar la movilidad y volver a abrazar a sus seres queridos.
Félix Gretarsson, un islandés que trabajaba como electricista, sufrió un grave accidente eléctrico en 1998 que le hizo perder sus extremidades superiores. Este trágico incidente lo llevó entrar en un coma durante varios meses, como consecuencia de haber caído desde una gran altura después de recibir una descarga eléctrica de 11.000 voltios.
Este incidente dejó su cuerpo y órganos gravemente afectados, lo cual requirió la amputación de ambos brazos y parte de uno de sus hombros. Complicando aún más la situación, su mujer decidió marcharse llevándose a sus dos hijas.
Las perspectivas de recuperación para Félix eran escasas. Durante los siguientes cuatro años, Félix admite haber caído en un mundo de drogas y depresión. Sin embargo, un día decidió abrir los ojos y su mente para dar un vuelco a su vida. Desde 2002, ha experimentado un constante crecimiento personal, logrando recuperarse y alcanzar una vida plena y feliz.
EL PROCESO DEL TRANSPLANTE
Después de años de preparación y búsqueda de un donante compatible, Felix se mudó a Lyon en 2013 para comenzar los trabajos preparatorios para la cirugía. Finalmente, el miércoles 13 de enero de 2021, se realizó el trasplante de brazo bilateral.
Félix se sometió a una operación pionera en la historia médica. Durante una intervención que duró aproximadamente 15 horas, se le realizaron con éxito dos trasplantes de brazos y un hombro. El médico responsable de este innovador trasplante fue Jean Michel Dubernard, a quien Félix había conocido en 2007 en una conferencia en Reykjavik.
Según la información suministrada por el Hospices Civils de Lyon, la operación implicó la extirpación de los brazos del donante y la preparación de Felix como receptor. Los tejidos del donante, incluyendo huesos, articulaciones, arterias, venas, nervios, músculos y tendones, fueron conectados al receptor durante la cirugía. La reconstrucción incluyó la adición de un húmero completo en el lado izquierdo, ya que el hueso original no era utilizable.
El procedimiento quirúrgico requirió una coordinación meticulosa entre los equipos quirúrgicos y se llevó a cabo en dos lugares diferentes del hospital Edouard Herriot. Se realizó una cuidadosa planificación de los tiempos quirúrgicos para minimizar el tiempo de isquemia de los brazos del donante, ya que la duración de la isquemia afecta la supervivencia y la funcionalidad de los tejidos trasplantados.
De acuerdo con el equipo médico que intervino en este caso tan particular, la recuperación demandaría muchos meses, incluso años. Sin embargo, apenas unos meses después de la operación, Félix sorprendió a todos al subir un vídeo a las redes sociales en el que se le veía moviendo los brazos dentro del agua. En la actualidad, realiza ejercicios e incluso levanta pesas.
El hospital de rehabilitación Henry Gabrielle (Lyon) ha incluido terapias con tecnologías revolucionarias que han logrado afianzar el exitoso proceso de Felix, dentro de los cuales se destaca IVS3, un sistema dedicado a la planificación motora y al control central del movimiento, que estimula la plasticidad cerebral.
«La IVS3 ha sido una adición esencial a mi programa de rehabilitación para estimular la neuroplasticidad y la funcionalidad de los brazos. Primero tuve la sensación de que mis nervios estaban creciendo. Ahora puedo mover manos y dedos. Actualmente he superado todas las expectativas de movimientos y continúo progresando», aseguró Felix en un evento convocado por Dessintey al cual asistieron Pablo Medrano y Pepe Cano del equipo movard.
FUENTE DE INSPIRACIÓN
La historia de Félix es un ejemplo inspirador para todas las personas que han perdido alguna extremidad o han enfrentado adversidades en sus vidas. Nos enseña a tener fe en la ciencia y a creer que nada es imposible en esta vida. Félix mismo nunca pensó que podría volver a abrazar y sentir a sus seres queridos, pero su valentía y los avances de la medicina le han demostrado lo contrario.
Además de su propia recuperación, Félix se dedica a dar charlas motivacionales para compartir su experiencia y animar a otras personas en situaciones similares a que no pierdan la esperanza. Su historia es un verdadero testimonio de que la ciencia y la determinación pueden superar cualquier obstáculo.