En plena era de la inteligencia artificial, los algoritmos médicos y los vídeos virales de robots humanoides, muchas personas creen que la tecnología ya lo puede todo.
Sin embargo, el ictus sigue siendo una de las principales causas de discapacidad en el mundo: más de 12 millones de casos cada año a nivel global y más de 120 000 en España, según el Instituto Nacional de Estadística.
Aunque los avances tecnológicos están transformando la neurorrehabilitación, todavía persisten mitos, falsas promesas y desinformación tanto entre pacientes como entre profesionales sanitarios.
Con motivo del Día Mundial del Ictus (29 de octubre), desde movard reunimos la experiencia de dos especialistas con amplia trayectoria clínica y tecnológica para aclarar qué funciona realmente en la recuperación del ictus.
La robótica como aliada en la recuperación
Laura Blanco, especialista en tecnologías aplicadas a la neurorrehabilitación, subraya el impacto positivo de la robótica en la recuperación del ictus.
Estas soluciones permiten realizar miles de movimientos repetitivos y precisos que estimulan la neuroplasticidad del cerebro, ofreciendo además feedback en tiempo real y medición objetiva de los progresos.
“La robótica es una herramienta clave porque nos permite ofrecer terapias personalizadas, eficaces y medibles, potenciando la motivación y la adherencia de los pacientes al tratamiento”, explica Laura.
El papel esencial de la neurorehabilitación
Como explica Rocío Urrutia, Clinical Application Specialist de Movard, tras la fase aguda del ictus comienza un proceso fundamental: la rehabilitación temprana.
Contar con un equipo coordinado de fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, médicos rehabilitadores y neurólogos permite abordar todas las secuelas físicas, cognitivas y emocionales que puede dejar el ictus, favoreciendo una recuperación más rápida y completa.
“La robótica, la neuromodulación o la realidad virtual son herramientas que nos ayudan a intensificar e individualizar las terapias”, destaca Rocío, recordando que el objetivo final siempre es recuperar la calidad de vida del paciente.
Compromiso con la continuidad terapéutica
Durante esta semana, queremos dar voz a quienes demuestran que la recuperación es posible.
Raquel, paciente del Centro Europeo de Neurociencias (CEN Madrid), sufrió un ictus hace más de dos años y medio. Cuando inició su proceso de rehabilitación, solo podía mover el cuello. Hoy, tras un largo camino de esfuerzo, acompañamiento profesional y tecnología avanzada, Raquel ha recuperado gran parte de su autonomía.
Su historia refleja el poder de la constancia y el trabajo en equipo entre paciente, profesional y tecnología.
Irene, paciente del Centro Lescer, representa también el valor de la innovación aplicada a la rehabilitación. Gracias a la combinación de robótica y realidad virtual, ha podido mantener la motivación durante su proceso y avanzar progresivamente en su recuperación funcional.
Ambas historias son testimonio de que la tecnología tiene sentido cuando mejora vidas reales, y de que detrás de cada terapia hay un equipo humano que acompaña cada paso.
Apoyando iniciativas que nacen desde la experiencia real
En movard, también creemos en las iniciativas que surgen desde la vivencia directa del paciente.
Por eso hemos apoyado el proyecto de Diana Arias, superviviente de ictus y creadora del Decedario, una herramienta terapéutica diseñada para estimular las funciones cognitivas y emocionales de las personas que han sufrido daño cerebral.
De esa colaboración nace el Decedario Gym by movard, una versión adaptada que busca acompañar a los profesionales y pacientes en la continuidad del tratamiento en casa, ofreciendo actividades que complementan el trabajo clínico y favorecen la adherencia terapéutica.
Desmontando mitos comunes
– La robótica no sustituye al terapeuta.
– La inteligencia artificial no cura por sí sola.
– Una aplicación no reemplaza un plan clínico personalizado.
– Y sí: la evidencia científica existe, aunque no todo lo que circula en redes la respalda.
La Semana del Ictus es una oportunidad para reflexionar sobre cómo la ciencia y la tecnología pueden mejorar la atención, pero también para recordar que la rehabilitación efectiva es siempre humana, personalizada y basada en evidencia.
En movard, seguimos comprometidos con los profesionales y centros que día a día aplican estas soluciones en beneficio de sus pacientes, acompañando cada paso del proceso de recuperación.
Porque detrás de cada tecnología hay una historia.
Porque cada avance clínico es, ante todo, una mejora en la vida de alguien.
